En el estresante mundo que vivimos esperamos obtener todo rápidamente; si la conexión a WiFi está lenta, nos desesperamos, si algunos de nuestros dispositivos se queda ‘pegado’ o está ralentizado, sentimos que el mundo se nos viene abajo y si las aplicaciones en nuestros móviles, de repente, ya no funcionan correctamente, se cierran solas o se borran, bueno, la desesperación hace estragos en nosotros.
Y sí, tal vez tengamos razón, pues a estas alturas los dispositivos móviles no son un lujo sino una necesidad.
Pero hay buenas noticias, y es que siempre es posible encontrar una solución viable. En este post queremos explicarte algunas de las causas por las que las apps se cierran solas y qué cosas puedes hacer para evitar esto.
Motivos del cierre de las apps
Existen, básicamente, dos problemas principales por los que se cierran las aplicaciones:
- Un problema superficial
- Un problema interno
Uno de los principales motivos por lo que las aplicaciones se cierran solas es por la memoria RAM (el problema superficial).
RAM significa Ramdom Access Memory y es la memoria principal de nuestros dispositivos y ordenadores; trabaja junto al Sistema Operativo, al software instalado en el equipo y a los demás programas existentes. Se le llama, también, memoria de acceso aleatorio.
Cuando la memoria RAM de nuestro dispositivo es insuficiente, está sobrecargada o no es capaz de ejecutar las apps descargadas, éstas se cerrarán de forma imprevista para dar prioridad a otras funciones del sistema.
Memoria RAM
Otro de los motivos tiene que ver con la programación o configuración de las apps (el problema interno); es decir, debido a errores internos del desarrollador o la incompatibilidad de estas con tu sistema operativo o versión de dicho sistema operativo. En este caso, no podemos hacer nada más que desinstalar y buscar otra app de reemplazo que sí haya sido diseñada para el sistema en el cual operamos.
¿Qué hacer? ¡Aquí las soluciones!
- Lo más fácil: reiniciar el dispositivo.
- Desinstala la aplicación y vuelve a instalarla desde cero.
- Borra la memoria ‘caché’ de tu equipo.
- Busca nuevas actualizaciones de la app y descarga la más nueva.
- Inhabilita todo tipo de actualización automática que hayas aceptado en la aplicación.
- Chequea qué tipo de app tienes instalada, si la descargaste de un sitio confiable o si puede contener algún tipo de software desconocido y altamente peligroso. Como siempre, recuerda que al descargar aplicaciones de sitios no oficiales no estamos arriesgando a instalar apps mal programadas, que afectan el rendimiento de nuestros dispositivos y que pueden contaminar el sistema operativo de estos.
- Restaura el dispositivo de fábrica, como última opción.
Algunos softwares para evitar el cierre de las apps
Puedes optar por algunos programas que eviten el cierre de las aplicaciones debido al funcionamiento o almacenamiento de la memoria RAM, tales como:
- Memory Locker: esta app puedes descargarla gratuitamente en Play Store y es muy útil para los dispositivos con poca memoria RAM. Es una de las más utilizadas para solucionar el problema del cierre repentino de las apps. Su funcionamiento consiste en que te permite configurar tu equipo para que cuando éste no tenga suficiente memoria RAM ciertas apps continúen funcionando sin problemas.
Esta app requiere de un dispositivo rooteado y también sirve para proteger los widgets de bloqueos.
- App Freezer: como su nombre lo indica, esta aplicación es capaz de ‘congelar’ aquellas que consumen memoria RAM y batería en los dispositivos. App Freezer ya no necesita que los dispositivos estén rooteados, como lo hacía anteriormente.
Una de las funciones extras de este software es que puede enviarte informes detallados acerca del comportamiento de las aplicaciones que tienes instaladas, donde especifica la cantidad de memoria RAM o batería que estas consumen en tus dispositivos.
- Greenify: esta opción es parecida a las anteriores; administra la memoria RAM para dar prioridad a aquellas aplicaciones principales, ‘congelándolas’ y evitando que estas se ejecuten en un segundo plano para evitar que se cierren de forma inesperada o que el dispositivo ralentice sus funciones.
Los virus pueden cerrar las apps
Muchas veces, los virus que están instalados en nuestros dispositivos pueden causar que las apps se cierren repentinamente, que ya no podamos abrirlas de forma rápida o hasta que la pantalla del equipo ejecute funciones de forma automática y desordenada.
Troyanos
Los troyanos, por ejemplo, se esconden en aplicaciones que hemos descargado al instalar apps ‘de pago’ de sitios desconocidos, en realidad, no son las auténticas apps que sí existen en el mercado, sino son softwares piratas que utilizan, ilegalmente, el nombre de estas.
Este tipo de virus se conoce como malware o malware espía porque es capaz de proveer toda nuestra información personal y de seguridad a ‘el hacker’ o phishing detrás de este virus.
Adware
Los famosos Adware son aquellos que vienen dentro de las apps, en su mayoría gratuitas, con tediosas e incesantes publicidades; este tipo de softwares hacen que el dispositivo sea más lento y que la batería se agote de forma veloz.
Sea cual sea tu sistema operativo, descarga apps de sus tiendas oficiales para evitar este tipo de virus.
Dispositivos clones
También, sé prudente a la hora de adquirir equipos electrónicos, pues hoy en día hay muchos dispositivos ‘clones’ de otros dispositivos famosos en el mercado, los cuales a los pocos meses comienzan a presentar problemas en su funcionamiento y ya tienen muchos virus almacenados que harán hasta que pierdas por completo tu dispositivo.
Sí, suena drástico, pero la experiencia propia es la que me hace recordarte esto. Hay muchos virus que son capaces de afectar en un 100% todo el sistema operativo de tu equipo, incluso cuando te crees protegido por algún antivirus.
Muchos clones de dispositivos como por ejemplo Lenovo, Samsung y otras famosas marcas sufren este tipo de problemas.
La imagen arriba muestra un Samsung real junto a su clon; si lo detallas muy bien te darás cuenta dónde se puede descubrir el engaño.
Este tipo de aparatos, sobretodo, son comunes a la hora de comprar en Aliexpress (donde me engañaron con el mío), en tiendas o comercios electrónicos de cualquier tipo y, algunas veces, hasta en Amazon.com, así que ten cuidado con el precio, sobre todo si este es muy atractivo para ti, pues puede ser un engaño.