Uno de los problemas al momento de contratar conexión a Internet es que terminamos pagando más de lo que necesitamos ¿la solución? conocer la velocidad de subida y bajada adecuada al uso que haremos del servicio.
¿Qué significa la velocidad de subida y de bajada en términos de conexión?
Si bien sobran las opciones y planes al momento de contratar servicio de Internet, por lo general, la búsqueda se orienta hacia el mismo objetivo: conseguir la máxima velocidad posible, decisión que suele llevarnos a gastar más de lo que debemos.
Sin distingo de la empresa o plan escogido, son dos los tipos de velocidades disponibles, la de subida y la de bajada; exceptuando los servicios de velocidad simétrica –donde ambos tipos son iguales– casi la totalidad en las ofertas, la de subida es inferior a la de bajada. Pero ¿Qué significa cada una de ellas?
Velocidad de bajada
Siendo la velocidad mayormente considerada por los usuarios, corresponde a la rapidez con la que se descargará la información, de ahí lo bien valorada por aquellos que se inclinan al uso de programas de intercambio de archivos del tipo P2P.
De acuerdo a ello, mientras mayor sea la velocidad de bajada, menos tiempo tendremos que esperar para recibir la información, y viceversa.
Velocidad de subida
Contrario a la de bajada, la velocidad de subida es la rapidez con la que enviamos información a Internet, teniendo poca influencia para usuarios particulares, pero marcando diferencia a nivel de empresas o compañías que demandan subir grandes cantidades de información a la red.
Velocidad de subida y bajada ¿Cuál es la normal?
Decir que una determinada velocidad de subida o bajada es normal resulta erróneo, y es que no existe un parámetro que se considere normal o bueno. La rapidez de conexión adecuada difiere según el uso que pretendamos darle al servicio; conozcamos por media, la que se necesita en casos muy puntuales:
Utilizar el correo electrónico y accede a páginas web
En el escenario más elemental, existen usuarios que apenas acceden a la red para visitar sitios webs puntuales y revisar su correo. En un uso básico bastan con 3 megas para disfrutar portales que se encuentre bien optimizados, aunque lo aconsejable es disponer al menos de 6 megas de conexión.
Compartir contenido multimedia a través de la red
Caso contrario a los escenarios anteriores, cuando lo cotidiano en el uso de Internet es el enviar información a otros usuarios, cobra valor la necesidad de mirar la velocidad de subida más que la de bajada, requiriendo optar por conexiones que brinden al menos 1 mega.
Ver televisión, series y películas en plataformas de streaming
La reproducción de contenido audiovisual lo cambia todo, entendiéndose que el nivel de la experiencia depende de la velocidad que dispongamos. Si bien es posible el uso de técnicas de buffering para evitar las esperas, los videos rara vez son archivos livianos.
En este caso, la calidad del video es la que determinar la velocidad mínima necesaria; en videos de calidades mínimas 3 megas bastarán, pero tendremos que contar con al menos 10 megas si la intención es disfrutar contenido en HD o Full HD.
Uso de llamadas VoIP
Aquí necesitamos por igual una buena velocidad de subida como de bajada si queremos exprimir al máximo las posibilidades, pues la información será enviada y recibida. En Apps como Skype 1 mega suele bastar, pero también influye la cantidad de participantes, llegando incluso a requerir hasta 10 megas.
Jugar online
A los usuarios que acostumbran a acceder a la red para jugar online la situación resulta un tanto más compleja, ya que adicional a la velocidad de conexión, deberán prestar atención a la latencia de la señal, siendo recomendable en la medida de las posibilidades, apostar por la fibra óptica, o en su defecto uno 10 megas.
Ahora que ya sabes qué es la velocidad de subida y la de bajada, tienes claro que no hay una considerada como normal o buena, todo depende del uso que pretendas darle a la conexión a internet; considera tus necesidades y toma la decisión final sin riesgo de arrepentimiento.